Wednesday, April 29, 2009

La Influenza: ¿por qué es lo mismo pero no es igual?

Ya todos sabemos que se trata de un virus. Pero por qué son varios tipos, por qué este que está atacando al país es diferente de los demás.

El término influenza fue introducido en Italia al inicio del siglo XV para describir una epidemia que fue atribuida a la influencia de las estrellas. El término fue adoptado por los ingleses en el siglo XVIII; durante el mismo período los franceses denominaron la enfermedad como la grippe (Ayora, 1999).

La gripe se considera una enfermedad emergente, es decir, una enfermedad que surge en lugares y momentos específicos y se convierte o amenaza con convertirse en nueva epidemia. En el caso de la gripe esto sucede por la capacidad que tiene el virus de influenza A de variar anigénicamente sus glicorpoteínas externas y así convertirse en un daño a la población, es decir, es capaz de variar aquellas sustancias que generan la formación de anticuerpos de su hospedador, de manera que nunca nadie se encontrará inmune a estas amenazas. Y esto pasa, según Herrero-Uribe porque su ácido nucleico es un ARN segmentado que codifica por una ARN-polimerasa que no tiene función de corregir los errores de lectura y por lo tanto presenta una alta tasa de mutaciones. El genoma está divido en ocho segmentos con capacidad de codificar para diez proteínas virales. Esta característica le permite que dos virus diferentes puedan multiplicarse en la misma célula y se mezclen los segmentos de ARN, dando lugar a variantes con diferente virulencia para una especie dada (Herrero, 2007).

En otras palabras, se trata de una entidad biológica que posee la capacidad de cambiar tanto que por eso las vacunas (en este caso) se cambian cada año.

En el caso del virus de la influenza se clasifica en tipos, A, B y C según las características antigénicas de dos de sus proteínas internas (M y NP), y a la vez se divide en subtipos según las características antigénicas de dos de sus glicoproteínas, la primera es la hematuglutinina y la otra es la neuraminidasa.

Los tipos B y C sólo infectan a los humanos, pero el tipo A afecta a varias especies. Los subtipos y variantes son especie-específicos, es decir, que en general atacan a una sola especie. Las aves silvestres y migratorias son los hospederos naturales que albergan todos los subtipos de virus de influenza A sin causar daño aparente y excretan los virus por medio de las heces (Herrero, 2007). Un poco relacionado con esto, Ayora escribe que en el caso del subtipo H5N1 (que se detectó en 1997 en Hong Kong) los resultados de secuenciación demostraron que todos los genes eran de origen aviar, y que entonces podía pensarse que las transmisiones fueron independientes de múltiples pájaros infectados a humanos, y ella dice que si la transmisión sucede durante los períodos de actividad de influenza en humanos, entonces a lo mejor el hombre estaría funcionando como si fuera un vaso mezclador.

De las 10 proteínas que codifica la influenza A, dos son glicoproteínas que se proyectan a través de su membrana, la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). La M1 es la que le da la estructura a la partícula y la M2 es un canal de protones con el que se acidifica el virus para que pueda desprenderse de la cápside y liberar los segmentos de ribonucleoproteína (RNP) para que se vayan al núcleo celular y sean replicados. Posee además tres proteínas ligadas a la RNP que tienen su función en la transcripción y la replicación del ácido nucleico viral. También posee dos proteínas no estructurales responsables del proceso de replicación inicial (Herrero, 2007).

La partícula vírica tiene un tamaño de 80 a 120 nm de diámetro, forma estructuras pleomórficas o esféricas. La envoltura viral es lipídica, se deriva de la membrana plasmática de la célula infectada y es ahí donde se ubican N y H (García et. al, 2007). Como existen diferentes subtipos de H y N cada virus contiene cualquier combinación de un solo subtipo de N y de uno solo de H, por lo que se pueden generar muchas posibles combinaciones, y según García la mayoría se hallan en las aves acuáticas.

La H es una glicoproteína integral de la superficie que forma como agujas y tienen tres funciones importantes, 1) la adherencia a la célula susceptible, 2) la fusión de membranas y 3) servir para el reconocimiento antigénico que induce la respuesta inmune. La N es otra glicoproteína en forma de hongo que se encuentra en la envoltura viral, y su función principal es catalizar el rompimiento del ácido siálico para liberar los viriones (la partícula vírica morfológicamete completa) de la célula infectada. Y la M2 es una proteína integral de la envoltura viral que forma un canal o poro iónico que controla el pH intracelular, así se logra permitir la entrada de iones al virión durante la fase de desnudamiento en el ciclo de replicación. Las mutaciones que ocurren en el gen que codifica esta proteína determinan la resistencia a los fármacos antivirales (García, et al, 2007).

Los virus de influenza experimentan un proceso de evolución continua mediado por mutaciones que les permite adaptarse al hospedero y al ambiente, esto se conoce como presión selectiva o evolución obligada. Las mutaciones se presentan como sustituciones de nucleótidos, inserciones y deleciones (pérdidas de fragmentos cromosómicos) que son causados principalmente por errores de la enzima polimerasa de RNA durante la transcripción y ocurre en cada uno de los ocho segmentos genómicos del virus. Las mutaciones se van acumulando en cada ciclo de transcripción y generan variantes de estructura o función de las proteínas que expresan. Los cambios menores pueden ser irrelevantes, como en el caso de las aves, que muestran una restricción en la evolución del virus, no así en mamíferos, donde los cambios originados en los aminoácidos generan alteraciones importantes en su comportamiento biológico. Es por eso que les permite infectar a especies diferentes, seleccionar poblaciones que no sean reconocidas por la respuesta inmune y generar familias resistentes a agentes antivirales y así modificar su patogenia (García, et al, 2007).

Hay mucha información disponible, busquemos estar al tanto de lo que ocurre y seguir las recomendaciones de las autoridades. Los trabajos citados están disponibles en Internet y no están difíciles de entender. También las páginas y foros de información de la Secretaría de Salud y de la OMS están muy bien. Incluso la famosa Wikipedia maneja información muy actual, útil y sencilla, hasta la página de la UAdeC está al tanto de este suceso. En general, es fácil estar informado. Sigamos así.

Salu2 cordiales!

FUENTES:
-Ayora-Talavera, G. 1999. Influenza: Historia de una enfermedad. Rev. Biomed., 10 (1), 57-61.
-Herrero-Uribe, L. 2008. El virus influenza y la gripe aviar. Acta méd. costarric, 50 (1), 13-19.
-García-García, J., Ramos, C. 2006. La influenza, un problema vigente de salud pública. Salud Pública Mex, 48 (3), 244-267.
La imagen fue tomada de este trabajo, el cual también contiene una explicación muy sencilla y clara del ciclo de replicación de este virus.

2 comments:

naga said...

muchas gracias ale para compartir informacion sobre una tema mas actual

Emmanuel Chavarría said...

orale que loco, gracias Ale. cuidense todos mucho, no le hagan al vivo